miércoles, 30 de septiembre de 2009

EJERCICIOS SEXUALES TERAPEUTICOS

Y ¿cuál es el contenido de la educación sexual o reeducación sexual que se
aplica en la terapia sexual? En primer lugar, se enseña a comunicarse, pues puede
decirse que en toda disfunción sexual subyace un trastorno de la comunicación sexual
e interpersonal global.

Kornhauser y Verdeguer se han tomado el trabajo de elaborar un reper-
torio muy amplio de ejercicios terapéuticos, unos 60, que incluye los Ejercicios de
Kegel, las técnicas de relax, dar información sobre anatomía y fisiología sexual, lectu-
ras eróticas, estimulación con vibrador, así como las caricias y masajes eróticos de la
focalización sensorial, la autoestimulación con cambios de ritmo, la escritura de un
diario sexual durante el transcurso del tratamiento y un cuestionario de evaluación del
tratamiento al comienzo y final del mismo. Y estos suman ya diez ejercicios, la mayo-
ría conocidos e indicados comúnmente en las terapias sexuales. Pero hay cincuenta
más. Mencionémoslos.

Autoexamen de todo el cuerpo, con espejo de cuerpo entero, tocándose y diferen-
ciando las diferentes texturas, qué partes se asocian con el placer y qué partes con el
dolor y cómo se tratan esas partes. Es la ‘técnica del espejo’ mencionada.

Autosensibilización general de todo el cuerpo a partir del ‘baño de placer’, a través
del tacto, el olfato, el gusto, la mirada, probar diferentes texturas, temperaturas, olo-
res.

Autoexamen de los genitales, por observación con espejo, exploración táctil y de los
olores de los genitales.

Autoestimulación corporal explorando las distintas fases de la respuesta sexual,
obtener placer y enseñando a los músculos a responder al estímulo.

Observación de fotos de personas desnudas. Sirve para distinguir entre realidad y
fantasía, conocer y aceptar los cuerpos de otros y el propio.

Dibujar los genitales y todo el cuerpo. Revela el nivel de autopercepción del cuerpo
sexual.

Dibujar el mapa corporal con colores señalando los diversos puntos de sensibilidad,
zonas erógenas secundarias y primarias.

Escribir las diferencias y semejanzas entre el propio y el otro sexo, para revisar el
valor de lo cultural en las diferencias sexuales de identidad y rol.

Hacer una lista de nombres populares de las zonas erógenas y de las relaciones
sexuales señalando lo que uno dice habitualmente. Desmitifica y desculpabiliza.

Escribir la historia sexual personal. Experiencia útil para el diagnóstico y el pronós-
tico.

Inventar nombres eróticos a las zonas erógenas. Agregamos que pueden denomi-
narse lúdicamente las partes sexuales. Estimula la fantasía y facilita la diversión.
Escribir un aviso buscando pareja sexual. Describirse de acuerdo a la propia ima-
gen y pedir lo que desea encontrar en el otro.

Hablar y escuchar alternativamente, sobre preferencias, críticas y quejas, sin
interrupciones. Facilita la comunicación y el diálogo.

Hacer cosas que no hacemos nunca y deseamos hacer y negarse a cosas que hace-
mos siempre pero que no deseamos hacer. Romper la rutina.

Pedir tres cosas que desea que el otro cambie y viceversa. Enseña a hacer tratos y a
cumplirlos.

Escribir “tengo miedo de... porque...”

Escribir “yo maltrato a mi cuerpo cuando...” o “yo cuido a mi cuerpo cuando...”.
Mide niveles de autoestima. Explora destructividad.

Realizar una encuesta entre conocidos sobre temas sexuales conflictivos.

Escribir una lista de cosas de las que uno disfruta y subrayar cuál realizó el mes
pasado. Ordenarla de acuerdo a la propia valoración. Permite descubrir y valorizar lo
placentero.

Escribir “creo que el hombre o mujer ideal debe ser...” que permite confrontar la
realidad con la propia elección ya realizada.

Hacer una lista de creencias y realidades sobre temas sexuales, identificando y
desactivando informaciones erróneas y falsas creencias.

Comparar una lista de creencias y realidades de la sexualidad, escrita por un
sexólogo. Desmitifica. Es parte de la mencionada biblioterapia.

Escribir una lista de gestos estimulantes y no estimulantes del otro.

Desvestirse sacándose una prenda por vez. Estimula la fantasía.

Jugar a ser un personaje sexual diferente cada vez. Explora fantasías.

Seducir al otro con movimientos. Estimula el erotismo muscular y las fantasías
exhibicionistas.

Juego de diferentes roles: seductor-seducido, sometedor-sometido, amo-esclavo,
lazarillo-ciego, perseguidor-perseguido, niño-adulto, etc. Se desestructuran los este-
reotipos.

Elegir un personaje sexual. Ejemplos: Romeo, Julieta, Don Juan, Sade, Cleopatra,
etc. Permite revisar modelos, idealizaciones y proyecciones.

Visualizar internamente la mujer u hombre sexual que se es, y el -o la- que se
desearía ser. Introspección.

Conciencia entre realidad y deseo. Se aprende a ajustar las aspiraciones a las posi-
bilidades, para eludir las frustraciones evitables.

Dramatizaciones de las situaciones conflictivas, en presencia del terapeuta y su
asistencia.

Indicar 14 diferentes tipos de besos: Ejemplo: directo, inclinado, presionado, recli-
nado, muy presionado del labio superior, del labio inferior, con abrazo, con lucha de
lengua, superficial, profundo, corto, largo, muy largo. Permite ampliar el propio re-
pertorio y revalorar el papel de los besos en la relación sexual. Igual puede aplicarse a
los abrazos, caricias con las uñas, con los pies.

Ensueño dirigido y teatro mental. El terapeuta evoca recuerdos sexuales durante la
relajación. También se aplican las técnicas de Wolpe de desensibilización recíproca.
Preparar una comida erótica sorpresa para el otro. Divertido. Erotizar la vida.
Prohibición del coito. Aumenta la erotización y disminuye la exigencia. Esta vieja
técnica está incluida en el placereado o focalización sensorial.

Uso de lubricantes, aceites, cremas, pieles. Facilita la estimulación y permite cubrir
todo el cuerpo en pacientes algo lentos o resistentes.

Decorar eróticamente el cuarto. Fantasías y creatividad.

Fin de semana erótico. Salidas originales programadas. Se puede inspirar en el
tantrismo hindú.

Ir a un hotel alojamiento. Cambio de escenario. Estímulo a las fantasías.
Lectura de la descripción del orgasmo en un libro científico.
Mirar películas eróticas. Y escribir tres palabras sobre lo que se ve.
Evocar fantasías eróticas. Da permiso para tenerlas. Es una actividad sexual y puede
ser privada, íntima y personal.

Imaginar paisaje agradable y música para el acto sexual.
“Ayer, o cuando era joven o antes de casarme, tuve una fantasía sexual. Era
así:” Conecta con el deseo perdido.

Imaginarse protagonista de historias sexuales y escribirlas.
Comunicar a la pareja sus fantasías sexuales. Mejora la comunicación.
Coito en diferentes posiciones. Rompe la rutina. Facilita el acto en ciertas disfunciones.
Vocalización amorosa. Emisión de suspiros, jadeos y sonidos eróticos en soledad. Es
desinhibidor.

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